El momento en el que una réplica del seísmo sorprende a un reportero de la televisión turca en directo
La región se asienta sobre importantes fallas geológicas y se ve sacudida con frecuencia por terremotos
El terremoto en Turquía y Siria, en imágenes
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Grabadas en directo impactantes imágenes del momento en el que una réplica del terremoto sorprende a un reportero de la televisión de Turquía DHA de magnitud 7,6 en la escala de Richter, mientras informaba del temblor inicial de magnitud 7,8 que ha sacudido el país. Cuando el periodista se encontraba relatando los hechos sobre el primer fuerte movimiento que ha movido amplias franjas de Turquía y la vecina Siria, causando miles de muertos y heridos al derribar miles de edificios y dejar a los residentes atrapados bajo montones de escombros, empezó a sentir la tierra una vez más moverse bajo sus pies. Entonces, se aprecia cómo se da la vuelta para ver cómo el personal de Servicios de Emergencia y vecinos intentaban retirar los escombros para ayudar a las personas sepultadas que todavía se encontraban con vida.
El terror le asalta el semblante mientras contempla la escena, al tiempo que nadie sabe a qué lugar correr para ponerse a salvo o si continuar sacando a los heridos de debajo de lo que queda de los edificios de viviendas. Una escena dantesca, que termina pronto, ya que se puede observar que cuando vuelve la calma, se reanudan las labores de rescate. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha reconocido que las autoridades no saben a cuánto ascenderá el número de muertos y heridos. Las autoridades de Siria también temen que el número de fallecidos siga subiendo mientras los equipos de rescate buscan todavía supervivientes entre marañas de metal y hormigón en una región asolada, entre otras, por más de una década de guerra civil en Siria y una crisis de refugiados.
Decenas de miles de personas se han quedado sin hogar en Turquía y Siria. En la ciudad turca de Gaziantep, capital de provincia, situada a unos 33 kilómetros del epicentro, la gente se ha refugiado en centros comerciales, estadios y centros comunitarios. Las mezquitas de la región también se han abierto para proporcionar refugio.
El seísmo, centrado en la provincia de Kahramanmaras, en el sureste de Turquía, ha provocado que los habitantes de Damasco y Beirut salgan corriendo a la calle y se sintiera en lugares tan lejanos como El Cairo. El vicepresidente turco, Fuat Oktay, ha afirmado que una catástrofe así podría ocurrir «una vez cada cien años». El movimiento de tierra ha añadido más miseria a una región que ha sufrido enormemente en la última década. En el lado sirio, la zona afectada se divide entre el territorio controlado por el Gobierno y el último enclave de la oposición, rodeado por las fuerzas gubernamentales apoyadas por Rusia. Turquía, por su parte, acoge a millones de refugiados de la guerra civil.
En el enclave controlado por los rebeldes, cientos de familias permanecían atrapadas entre los escombros, según ha informado en un comunicado la organización de emergencia de la oposición, denominada Cascos Blancos. En la zona viven unos 4 millones de personas desplazadas de otras partes del país por la guerra. Muchos de ellos en edificios que ya están destrozados por bombardeos anteriores.
Las instalaciones sanitarias, bajo presión, se han llenado rápidamente de heridos, según los equipos de rescate. Otros tuvieron que ser vaciados, incluida una maternidad, según la organización médica SAMS. Alrededor de 18.000 personas han muerto en terremotos de similar intensidad que han sacudido el noroeste de Turquía desde hace años.
El Servicio Geológico de Estados Unidos ha medido el seísmo del lunes en 7,8, con una profundidad de 18 kilómetros (11 millas). Horas después, otro de magnitud 7,5 se ha producido a más de 100 kilómetros de distancia, grabado por el reportero anteriormente citado.
La segunda sacudida de la tarde ha hecho que un edificio de apartamentos de varios pisos se derrumbara boca arriba sobre la calle en la ciudad turca de Sanliurfa. La estructura se ha desintegrado en escombros y se ha levantado una nube de polvo mientras los transeúntes gritaban, según el vídeo de la televisión turca anteriormente citada de la escena.
Al menos, se han derrumbado miles de edificios en una amplia zona que se extiende desde las ciudades sirias de Alepo y Hama hasta la turca Diyarbakir, a más de 330 kilómetros al noreste. Sólo en Turquía, más de 3.700 edificios han quedado destruidos, según las autoridades. Los hospitales han sufrido daños y uno se ha derrumbado en la ciudad turca de Iskenderun.
Las gélidas temperaturas podrían reducir el tiempo del que disponen los equipos de rescate para salvar a los supervivientes atrapados, según han señalado los expertos. Mientras, las ofertas de ayuda -desde equipos de búsqueda y rescate hasta suministros médicos y dinero- han llegado de docenas de países, así como de la Unión Europea y la OTAN.